Frente a la fragilidad de los derechos alcanzados por las mujeres y la desigualdad de género #8MContralaPobreza

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El contexto de crisis social, económica y sanitaria generado alrededor del COVID-19, está evidenciando la fragilidad de los derechos alcanzados por las mujeres y la desigualdad ya existente, sostenido por un sistema social, político y económico que trata manera diferencial a hombres y mujeres.
En el 2022 la Xunta de Galicia debe poner en marcha el Plan de Choque contra la pobreza en familias Monoparentales, tal y como establece la Ley de Impulso Demográfico, y la Estrategia Gallega contra la violencia machista, en especial la más extrema (prostitución, trata, sinhogarismo ).

En el Día Internacional de la Mujer, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el estado español (EAPN España) y EAPN Galicia, agrupando a las organizaciones del Tercer Sector de Acción Social comprometidas con la prevención y erradicación de la pobreza y la exclusión, queremos explicitar con claridad que:

El contexto de crisis social, económica y sanitaria generado alrededor del COVID-19, está evidenciar la fragilidad de los derechos alcanzados por las mujeres y la desigualdad ya existente, sostenido por un sistema social, político y económico que trata manera diferencial a hombres y mujeres.

A pesar de que todavía no tenemos todos los datos necesarios para medir el impacto real del COVID-19 en las mujeres, todo apunta a que la situación de desigualdad de la que partíamos se ha agudizado: el desempleo creció considerablemente, siguen asumiendo la mayor parte de la responsabilidad del cuidado de la familia, teniendo un salario inferior, ahorrando menos y teniendo trabajos mucho menos seguros, con un mayor impacto de la fiscalidad en las mujeres por sus salarios más bajos.

Es necesario generar unas condiciones laborales y empleos de calidad para las mujeres a todos los niveles, ya que tanto en los sectores que requieren de una menor cualificación, como en aquellos con mayor nivel de exigencia, las mujeres se encuentran con condiciones precarias o en desventaja, lo que las impide desarrollarse profesionalmente.

La tasa de trabajo a tiempo parcial entre las mujeres siempre ha sido muy superior a la de los hombres. En 2021, el empleo a tiempo parcial ocupa al 22,4% de las mujeres y solo al 6,5% de los hombres. Además, en 2021 el 11,0% de las mujeres son trabajadoras de los servicios de salud y el cuidado de personas, mientras que tan solo tienen esta ocupación el 2,7 % de los hombres.

La recientemente aprobada Reforma Laboral debería atajar la problemática de la temporalidad, la precariedad y la irregularidad en el empleo femenino.

Esta situación de desigualdad visibilizó a enorme vulnerabilidad de nuestro sistema en un aspecto esencial: los cuidados. Estos se encuentran principalmente en manos de las mujeres y están invisibilizados , precarizados e infravalorados. Se ha demostrado que faltan medidas de protección y corresponsabilidad. Desde EAPN destacamos la necesidad de medir el impacto real de esta crisis en el ámbito asistencial, así como el impacto global de la pandemia en las mujeres.

¿Qué perspectivas de futuro tienen hoy las mujeres en pobreza y exclusión??

Esas mujeres que no pudieron incorporarse al mercado laboral, que sufren de desempleo y precariedad, y que, sin medidas adaptadas y específicas, son relegadas al espacio patriarcal de los cuidados y el hogar.

Es muy importante añadir una mirada interseccional, entendiendo que las mujeres no son un grupo homogéneo y que no están igualmente posicionadas en las estructuras sociales, sino que existen otros factores, como la clase, la etnia, o lugar de procedencia, la orientación sexual, la edad o discapacidad, etc. que condicionan e influyen en las situaciones de discriminación y violencia que se ejercen contra ellos.

Por último, no podemos dejar de recordar la situación de las mujeres en los conflictos bélicos, que hoy vemos reflejada en la guerra de Ucrania. La violencia contra mujeres y niñas en las zonas de conflicto se manifiesta de manera cruel en las violaciones y abusos sistemáticos que sufren, que las convierten en un mero botín de guerra.

Ante esta situación, no hay cabida para el cuestionamiento de una realidad que como Red Europea de Lucha contra la Pobreza conocemos muy de cerca. Por eso, reivindicamos acciones como las siguientes:

  • La elaboración de un informe del impacto del COVID-19 en las mujeres analizando las distintas circunstancias de interseccionalidad que influyen directamente en esa desigualdad y en las limitaciones de acceso a derechos.
  • La implementación de los fondos estructurales y de los fondos europeos para la reconstrucción con perspectiva de género, poniendo el foco en las mujeres que han sufrido la crisis humanitaria provocada por la pandemia.
  • Medidas concretas en materia de protección y corrección de las desigualdades, así como del impacto de la violencia contra las mujeres, niñas y niños.
  • El cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº 5, poniendo fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas, que no es solo un derecho humano básico, si no que también es crucial para el desarrollo sostenible.

Xunta de Galicia: Luchar por fin contra la pobreza en las familias monoparentales y contra la violencia machista, en especial la más extrema

En el 2022, hacer creíble la ambición de la Xunta de Galicia en la lucha contra la desigualdad de género y la violencia machista obliga a realizar dos compromisos electorales fundamentales:

  • Puesta en marcha con urgencia del Plan de Choque contra la pobreza en familias Monoparentales, tal y como establece la Ley de Impulso Demográfico. Es inadmisible el retraso en su aprobación cuando la mitad de estas familias, 8 de cada 10 encabezadas por una mujer, está en la pobreza.
  • Esta protección a las familias encabezadas por mujeres y el reconocimiento de los cuidados debe ser también una realidad en la prevista modificación de la Ley de Inclusión Social de Galicia.
  • Estrategia Gallega contra la violencia machista, en especial la más extrema (prostitución, trata, sinhogarismo ). Desarrollar el "Plan gallego contra la trata y la explotación sexual"

En EAPN creemos necesaria una transformación social que ponga en el centro la sustentabilidad de la vida, construyendo un sistema global con políticas públicas centradas en la persona y con criterios de corresponsabilidad, siguiendo los objetivos de la Agenda 2030.

Por eso, hacemos un llamamiento a todos los actores sociales y políticos sobre la inescusable tarea de poner fin a este fenómeno estructural que provoca, en cada crisis, una reproducción social de los roles de género, un incremento de la desigualdad y el agrandamiento de la brecha de riesgo de pobreza y exclusión social entre hombres y mujeres, cimentando un presente de enorme vulnerabilidad en el que las mujeres se encuentran en situación de mayor desprotección e hipotecando su futuro y el de nuestra sociedad.

 

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